¿Es alguno de esos millones de personas que se han quedado sin trabajo a lo largo y ancho del planeta a causa de la crisis? Hay una serie de trabajos que es probable que a usted ni se le hayan pasado por la cabeza. A decir verdad, lo normal es que ni se los imagine, pero que existir, existen.
Hace unos meses la NASA nos sorprendía con una oferta de trabajo peculiar, publicada en la web oficial de empleo del Gobierno Federal de Estados Unidos: «Se buscan astronautas». Así como lo oye. Entre nueve y 15 candidatos que deberán ser «ambiciosos, creativos, audaces, capaces de trabajar en equipo y con una mente inquisitiva», con ganas de someterse a una dura preparación, que durará varios años, para trabajar después en el centro espacial Lyndon B. Jonson (Houston) y, por último, ser enviados como astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) o alguna otra misión. Razón: desde los 48.300 hasta los 105.750 euros al año.
Si no quiere «desplazarse» tan lejos, la cadena Holiday Inn puso en marcha hace un año, en tres de sus hoteles en Londres, un servicio de «calienta camas humanos». Los trabajadores encargados de esta función debían, literalmente, vestirse con trajes enterizos y actuar como auténticas mantas eléctricas humanas, con la única función de elevar la temperatura de la cama antes de que el cliente en cuestión se meta en ella, para dormir calentito y cómodo.
Probando condones
Cuando la crisis empezaba a despuntar, Durex ofreció 200 puestos de trabajo para probar sus preservativos. Los candidatos debían ser hombres y mujeres «con un fuerte deseo de mejorar su actividad sexual» y dispuestos a ensayar con sus parejas las últimas propuestas en condones, como eran «Máximo Placer», «Placer Extendido» o «Pluma Ligera». La oferta de empleo decía así: «¿Cuál es el trabajo de tus sueños? ¿Ser masajista de Scarlett Johansson?, ¿maquillar el cuerpo de Jessica Alba?, ¿dar cera al bikini de Lara Bingle? Estas posiciones ya están cubiertas, pero, ¿ha considerado probar condones para Durex?».
En un hotel de San Francisco, Westin St. Francis, se buscan nada menos que «limpiadores de monedas». Un trabajo al parecer muy solicitado, al tratarse de una tradición centenaria cuyo origen se encuentra en la época en que las mujeres llevaban guantes blancos, los cuales debían mantenerse impolutos. Los «limpiamonedas», por tanto, serán los encargados de mantener el dinero de los clientes limpio.
También puede encontrar trabajo de «espanta monos», recorriendo las instalaciones del Amanbagh Resort de la India para ahuyentar, con la ayuda de un tirachinas, a estos simpáticos animales que tienen la manía de merodear la comida de los clientes. O igual, pero espantando palomas nueve horas diarias en otro de los hoteles más lujosos de la India.
Y si ninguno de estos le parece lo suficientemente denigrante, puede intentar ser «jamboy», un trabajo reservado a los niños en Sudáfrica, por el que deberán colocarse mermelada en la cabeza para atraer a las moscas, con el objetivo de que no molesten a los golfistas.
¿Conoce usted algún puesto de trabajo tan sorprendente como estos? En fin, que si de lo que se trata es de buscarse la vida en estos tiempos difíciles, quedan las opciones más inverosímiles... o no.
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