viernes, 13 de julio de 2012

TRUCOS REALES PARA MADRES TRABAJADORAS


“Para que una madre trabajadora pueda conciliar su profesión con la crianza de sus hijos, debe ser una experta en logística, capaz de acunar a un bebé, sofreír cebolla y atender una llamada telefónica de la compañia del gas al mismo tiempo.  También necesita algún apoyo humano en su entorno, funadamentalmente esos “abuelos sin fronteras” que, como nosotras, también son expertos en multi-tasking. Se trata, en definitiva, de ser muy trabajadora, razonablemente organizada y conservar la ilusión por ver crecer a los hijos sin renunciar a una profesión”. Así resume Ana de Moneo (profesora de inglés y madre de dos niñas de 12 y 10 años) sus claves para conciliar maternidad y empleo. ¿Es posible explicarlo mejor?
Cada mujer afronta como puede este reto diario. Cuando las 24 horas del día se quedan sistemáticamente cortas, la mejor opción es optimizar cada tarea o, como reconocen todas las madres con las que he hablado para elaborar este post, robarle horas al sueño. Y no olvidemos que el mejor truco, el que nunca falla, es tener a un hombre al lado que asuma su parte del trabajo familiar.  El 50% de una interminable lista de tareas es siempre mucho más fácil de asumir que el 100%. Ahí van algunos de los impagables trucos de las madres trabajadoras a quienes he preguntado:
1) Saber delegar. ”Mis trucos son dos: mi madre y mi suegra”, asegura sin ruborizarse Laura Laita, que hace unas semanas ha vuelto a su trabajo de enfermera dejando en casa a su bebé de pocos meses. Para Lucía Luego, editora y madre de dos niñas de 22 y 6 meses, es clave “tener una persona en casa que me cubre en caso de imprevistos del horario laboral o viajes”. Olga de la Llana, intérprete con dos hijas de 14 y 12 años, reconoce tirar de “familia, vecinos, amigos y canguros. Viajo mucho por mi trabajo, así que tengo que aceptar cualquier ayuda”.
2) Flexibilidad en los horarios laborales. “Mi profesión me permite adaptar mi jornada a mis necesidades. Si tengo que ir al médico con las niñas o llevarlas a la guardería -normalmente se ocupa mi marido-, no tengo problema en entrar más tarde y recuperar luego las horas”, cuenta Lucía. “Cuando tengo que preparar una reunión difícil y no he estado prácticamente nada en familia, prefiero cenar con ellos relajadamente aunque luego me tenga que sentar delante del ordenador cuando todos duermen”, añade Olga.
3) Adiós a la exquisitez doméstica. Los tiempos en que mamá preparaba ricos guisos caseros para su prole han quedado atrás.  “Recurro cuando lo necesito a que cocine la asistenta o incluso canguro. Me aguanto con lo que preparen”, afirma Olga. “Hacemos la misma comida para todos, aunque sea de bebé (vivan los purés y las verduras al vapor)”, cuenta Lucía.
4) Disciplina germánica. “Horarios claros de comidas, actividades extraescolares y, fundamental,  hora fija de lunes a viernes para baños e irse a dormir”. Estas son, para Ana, algunas de las claves para tener “una rutina organizada y sin sobresaltos”. Lucía, por su parte, asegura que con unos horarios marcados ha logrado “sincronizar a las hermanas para tener algún momento de tranquilidad al día y seguir conciliando feliz”.
5) Educar niños autónomos. ”Cuanto antes se duchen solos mejor, una cosa menos de la que estar pendiente. Y si pueden dejar la cama hecha por las mañanas y preparar la ropa del cole la noche antes sin pedir ayuda, mejor que mejor. Hay que pedirles ayuda, ya que pueden darla a medida que crecen”, recomienda Ana.

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