lunes, 2 de julio de 2012

LOS ESPAÑOLES PREFIEREN JUBILACIÓN MÁS BAJA

¿Cómo ve la transición a la jubilación? ¿Cree necesaria una reforma de pensiones? ¿Hay que trabajar más años para compensar los costes derivados del aumento de la esperanza de vida? ¿Las futuras generaciones de jubilados estarán mejor o peor que los jubilados en este momento? Un mar de dudas planea sobre la Seguridad Social; la crisis ha hecho mella en los ingresos y desatado un mar de dudas sobre la solidez del sistema de pensiones en el presente y en el futuro, una situación que ha vuelto a abrir el melón de nuevas reformas.

La aseguradora Aegon España ha elaborado un estudio sobre la jubilación basado 9.000 encuestas realizadas en España, Francia, Alemania, Hungría, Holanda, Polonia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos en el que se analizan también las opiniones de los trabajadores sobre el papel del Estado y el sector privado en las pensiones, así como el impacto que la crisis tiene sobre sus planes de jubilación, junto con su grado de prevención económica para la misma, que en España está bajo mínimos.

De entre todas las respuestas, una de ellas sobresale sobre las demás en el informe «la cara cambiante de la jubilación». De trabajar más, nada de nada; es prerible, incluso, afrontar recortes de prestación como mal menor. Y es que el 48% de los encuestados en nuestro país cree que no debería ampliarse la edad de jubilación (la última reforma de pensiones elevaba hasta 67 años la edad). Un 26% piensa que sí debería aumentar la edad de jubilación salvo para trabajadores que tienen oficios de riesgo o manuales.

Pese a estos resultados, la mayoría (94%) de los encuestados (1.000 personas), consideran necesaria la reforma de las pensiones. De ese porcentaje, un 49% es partidario de una propuesta equilibrada con reducciones en pagos individuales y subidas de impuestos, un 30% piensa que habría que aumentar los fondos para las pensiones mediante una subida de impuestos y el 15% optan por reducir el coste total de las pensiones mediante la reducción del valor de los pagos de la pensión individual.

Adiós «jubilación dorada»

El estudio de Aegon apunta a España como uno de los países más pesimistas sobre el futuro de su sistema de pensiones. El antiguo concepto de «jubilación dorada» desaparece para dar paso a un clima de desconfianza, en el que un 70% de los españoles considera que las futuras generaciones tendrán una jubilación con peor calidad de vida. Sobre su situación personal, el 29% de los encuestados confía en mantener un buen nivel de vida tras su jubilación, frente a un 45% que no lo cree así, lo que supone un índice de pesimismo mayor que la media en Europa. Curiosamente, hay una sensación más positiva entre el grupo de edad de menores de 25 años, de los cuales un 14% cree que su jubilación será mejor que la de la generación actual. Sin embargo, el porcentaje de los que opinan que tras jubilarse conseguirán el dinero que necesitan para vivir se reduce al 7% frente al 15% de la media europea.
Los recortes ejercen también su influencia en la planificación de la jubilación a medio o largo plazo. Solo un 32% de los encuestados cree que podrá dejar de trabajar por completo cuando llegue su edad de jubilación y un 60% opina que deberá trabajar durante más años para poder jubilarse en buenas condiciones; el mismo porcentaje que se declara consciente de que tendrá que empezar a planificar su jubilación. Sin embargo, hay también un 55% de encuestados que, aunque cree que es importante ahorrar para la jubilación, no piensan que sea prioritario en este momento.

Poco preparados

El informe desvela que España está por debajo de la media europea en el denominado índice de preparación para la jubilación. Este índice se ha establecido teniendo en cuenta el grado de compromiso en seis puntos básicos -responsabilidad, conocimiento, comprensión, planificación, ahorro y expectativa - para determinar cómo se prepara la población de cada país. Aunque un 64% de los españoles encuestados otorgó una valoración alta a la necesidad de planificar su jubilación, esa conciencia no se traduce en una acción práctica; solo un 26% lo está haciendo de forma activa, lo que supone la mayor brecha entre comprensión y ahorro de todos los países encuestados, a excepción de Polonia.
Esta diferencia se explica por factores como el alto índice de desempleo, las fuertes medidas de austeridad y la confianza que se tuvo durante años en el sector inmobiliario como uno de los pilares de los planes de jubilación. Todo ello impide a los españoles invertir tanto como querrían en sus planes de jubilación y deja a España con un nivel de 5 puntos, tres décimas por debajo de la media europea (5,3), igualada con Polonia y solo por delante de Hungría (4,8).

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