PRIMA DE RIESGO PARA TONTOS

No es lo mismo tener una prima muy alta a la que le gusta el riesgo, que tener una prima de riesgo muy alta. Hoy vamos a explicar qué es eso de la prima de riesgo, y lo haremos de forma tan sencilla, que hasta un tonto lo entendería.

No hay dia ni hora en que no pongas un telediario y no te bombardeen con la dichosa prima de riesgo. Que si sube, que si sube más todavía, que si estamos al borde, al límite para que nos rescaten. Y a todo esto, muy pocos sabemos que puñetas es una prima de riesgo, ni por qué sube, ni por qué nos tienen que rescatar si sube demasiado. ¿Qué es la prima de riesgo?

La prima

La prima de riesgo es la diferencia de los intereses que piden los inversores en nuestra deuda pública, y los intereses que piden por la deuda pública de Alemania. ¿Qué intereses? ¿Qué deuda? Pues resulta que muchos países, como España, o Grecia, o Portugal, o el que sea, gastan más de lo que tienen. Y resulta que estamos endeudados hasta las trancas. Para saldar esa deuda, se pone a la venta. O sea, se pide dinero, y el que te lo da, te pide intereses por prestartelo. Son los inversores en deuda. Pero, ¿qué ocurre? que cuanto más pobre eres más intereses te piden. ¿Por qué?, si tenía que ser al revés. Sí, pero es que cuanto más pobre eres menos se fían de ti. So desgraciao.

Cómo se calculan los puntos

Bueno, pues como por lo visto Alemania es el país de referencia, y es más rica que nosotros, es más fiable. Entonces, el que invierte en deuda alemana está más seguro de que recibirá lo invertido y sus intereses correspondientes. Pero el que invierte en España o Italia... ay...ay...ay. ¿Me pagarán estos piltrafillas? Pues ya que me arriesgo, pido más intereses. Y esa diferencia a la hora de pedir intereses, es la que mide los puntos de la prima de riesgo. Cuanta mayor es la diferencia, más puntos se suman. Y cuando llegas a 500, mal asunto, todas las luces se ponen en rojo. Y cuanto más sube, más intereses te piden, hasta que llega un punto en el que el riesgo es tal, que nuestra deuda echa a los inversores para atrás. Y si nadie te compra la deuda, el país entra en quiebra, bancarrota, kaput. ¿Y ahora qué?

El rescate o intervención

Pues que tendrán que rescatarnos. O sea,que te darán un monton de dinero de los que la Unión Europea tiene guardado para estos casos, para que podamos seguir funcionando. Pero que nadie crea que esto es un premio a la desastrosa forma de administrar de un país, no, esta pasta hay que devolverla, y con intereses, por supuesto. Y por eso muchos países, como Irlanda, se resistían a que los intervinieran. Porque ese dinero, si bien te alivia en su momento, se convierte en un lastre para muchos, muchísimos años.

Somos lo que aparentamos

No hemos dicho que hay otro factor que influye, y mucho, en que la prima suba. Y es la imagen que damos fuera de nuestro país. Si la damos buena, pareceremos más de fiar, pero si la damos mala, nos pedirán más intereses. Es lo que vemos a diario. Abre la boca un polítoco bocazas, sube la prima. La Merkel dice que somos buena gente, baja la prima, y así, este cachondeo un día tras otro. Es como con nuestros vecinos, si el niño está con dos velas de mocos que le llegan al suelo, la madre es una tia puerca, y si el hijo mayor tiene malas pintas es un drogadicto. Y encima si el padre se para en el bar de la esquina y se mete un lingotazo de anís del mono, es un borrachín que se deja media paga en el bar.

Ahí fuera ya se han dado cuenta de lo que somos. No es que nos tengan tirria porque lo ganamos todo en deporte, en lo único que somos buenos, es que además, saben que somos expertos en despilfarro. Tenemos 17 autonomías, que son somo 17 mini-estados en los que cada presidente cobra como si lo fuera de un super-estado. Tenemos superpresidentes autonómicos que gastan una barbaridad en subvencionar chorradas como embajadas en el extranjero, como si de verdaderos países se tratara. Que gastan miles de euros en pinganillos para que a ministros de países hispanohablantes se les traduzca el catalán. Tenemos más coches oficiales que ningún país del mundo, porque semos más chulos que nadie. Tenemos, en definitiva, un despilfarro acojonante. Además, las autonomías piden y piden y compiten entre ellas a ver la que pide más y chupa más. Por si fuera poco, vivimos el problema de un separatismo agresivo como no se vive en la actualidad en ninguna parte de Europa. Aquí no hay respeto por nuestros símbolos nacionales. Aquí no nos queda ya ni dignidad.

 

Y eso... eso ahí fuera lo saben todos. Y no es raro que la tomen con nuestra prima.