Llevo desde hace un tiempo hasta ahora defendiendo que gran parte de la factura de esta crisis la pagarán los funcionarios y mucho me temo que no me voy a equivocar. A los ajustes que ha sufrido este colectivo durante los últimos meses, que están siendo brutales y que van camino de hacerles perder la mayoría de sus derechos adquiridos, se une ahora la congelación de la oferta de empleo público anunciada por el Gobierno.
Hablar de si hay mucho funcionario o no en España en este blog siempre ha sido muy polémico. Algunos defienden que el colectivo de funcionarios en nuestro país tiene que reducirse porque está sobredimensionado y otros argumentan en contra asegurando que más funcionarios implica mayor calidad de las administraciones públicas. Posicionarse a un lado u otro de la balanza es complicado pues los pros y los contras de cada una de las teorías están ahí.
No obstante, el Gobierno de Rajoy lo tiene bastante claro y ha anunciado que prorrogará lacongelación de la oferta de empleo pública durante los años 2013 y 2014. Dicho de otra forma, no se repondrán las plazas de las personas que se jubilen durante estos años con el objetivo de ahorrar 5.300 millones de euros.
¿Qué supone esta medida? Lo más probable es que las administraciones tiren de interinos para salir adelante, o tal vez ni siquiera eso. Quizás a partir de ahora en una planta donde antes había diez enfermeras habrá solo ocho, donde antes cabían 25 alumnos ahora cabrán diez más y algún trámite que antes se solucionaba en cinco días ahora tardará nueve en resolverse.

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