viernes, 10 de agosto de 2012

Trucos de merchandising: no caigas en la trampa


A buen seguro que en tus visitas a los hipermercados habrás notado que la mayor parte de ellos tienen una organización similar. La distribución de los espacios, los estantes y los productos está perfectamente estudiada y diseñada por los expertos en merchandising de las firmas comerciales. También la música, la iluminación, los espejos… Todo forma parte de un plan que tiene como objetivo final nuestro gasto.

Si queremos que nuestras compras en las grandes superficies sean eficientes evitando el derroche no es tema baladí conocer estos pequeños trucos, aparentemente inofensivos, que utilizan los hipermercados. Ten en cuenta que, además de expertos marketing, detrás del diseño de los espacios se encuentran psicólogos especializados en hábitos de consumo. Son muchas décadas estudiando el comportamiento humano a la hora de comprar y los resultados saltan a la vista.

La base de la organización de un hipermercado se encuentra en que el visitante recorra todo el recinto cada vez que va realizar una compra. Por ello, los artículos de primera necesidad suelen encontrarse en el extremo contrario a la entrada. Por el camino te toparás con todo aquello que quizás no hayas ido a buscar pero que puede terminar en el carrito.

Normalmente, la entrada está a la derecha de las cajas registradoras. ¿Por qué? Tenemos tendencia a ir a ese lado y girar en sentido opuesto a las agujas del reloj. De esta manera, inconscientemente, daremos toda la vuelta al reciento. A la entrada suelen colocarse artículos de promoción y a su derecha, tecnología y otras zonas de productos de alto valor.

En los espacios donde se sitúan los productos más buscados se disponen pequeños ambientes promocionales, además de ubicar otros artículos de alto margen de beneficio. Se trata de que mientras compramos las pechugas de pollo o el pan tal vez terminemos poniendo en el carro esa delicatessen tan aparentemente exquisita que está justo al lado.

Por supuesto, la organización de los estantes también está estudiada. A la altura de los ojos colocarán los productos de más valor. En la parte más baja y más alta estarán aquellos artículos más baratos y necesarios. No siempre es así, ya que en este caso también entran en juego el propio valor de los estantes y lo que decidan pagar por ellos las marcas que quieren exponer sus productos.

Incluso los carros están diseñados para “facilitar” la compra. Se suelen desviar a la izquierda para que podamos coger más fácilmente los artículos con la derecha. ¿Y la música? Cuando se acerca la hora de cierre o en momentos de gran afluencia será más animada buscando que aceleremos nuestra comprar buscando, incluso, cierta ansiedad. Y si hay poco gente, los sonidos serán más tranquilos para que nos tomemos la compra con calma.

Muchos pasillos son casi laberintos para que no haya una fácil circulación y debamos detenernos y de paso echar un ojo a los estantes. Y de camino a la caja registradora más ofertas y promociones. ¿Por qué hay tantas cajas y tan pocos cajeros y cajeras? Las colas también facilitan que nuestra memoria se ponga a funcionar y recuerde ese producto que aún nos falta.

Por otro lado, algunas grandes superficies hacen ligeros, pero frecuentes cambios en la organización de sus zonas. ¿Con qué fin? Una vez que tengamos memorizada la distribución del recinto nos lo cambian para provocar que tengamos que hacer un nuevo mapa mental del establecimiento.

La organización de los hipermercados no te obliga a comprar de manera impulsiva o cosas que no necesitas. Pero el poder del inconsciente es muy fuerte y los expertos en marketing lo tienen en cuenta. Tenlo tú también.

Fuente: ahorro.net

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